Lesión Cerebral Traumática: La Historia de Ana

Al nacer, Ana era una niña hermosa y saludable. En los primeros dos años de su vida, se desarrolló normalmente y era una pequeña feliz. Sin embargo, poco después de su segundo cumpleaños, un terrible accidente cambió la vida de Ana. Mientras estaba de vacaciones con sus padres, Ana cayó de cabeza sobre un piso de mármol desde el balcón de una segunda planta. Ella sufrió una lesión cerebral traumática y entró en estado de coma.

Un artículo en el periódico documentó el accidente de Ana

Un artículo en el periódico documentó el accidente de Ana

Ana, poco tiempo después del accidente

Ana, poco tiempo después del accidente

Cuando Ana comenzó a salir del coma, no era capaz de abrir sus ojos y estaba paralizada en el lado derecho de su cuerpo. Tenía gran dificultad para hablar. No podía sentarse por sí misma ni alimentarse sola. Ni siquiera podía sostener una cuchara. Su lenguaje no era claro.

Sus padres comenzaron a buscar ayuda para su pequeña hija. Encontraron el libro Qué hacer por su Hijo con Lesión Cerebral, de Glenn Doman. Así aprendieron sobre un programa de tratamiento que podrían llevar a cabo en casa para ayudar a Ana.

Después de un año de hacer el programa en casa, Ana mejoró notablemente. Aunque su coordinación aún no era buena, ya podía caminar y correr. Aún así, los médicos advirtieron que Ana podría desarrollar convulsiones, depresión o cambios de personalidad a causa de la lesión en la cabeza.

Ana, tras graduarse del programa

Ana, tras graduarse del programa

La impresionante boleta de calificaciones de Ana

La impresionante boleta de calificaciones de Ana

Justo antes de su séptimo cumpleaños, sus padres viajaron a Los Institutos para el Logro del Potencial Humano, fundados por Glenn Doman, para el tratamiento de niños con lesión cerebral, como Ana. Los padres de Ana asistieron al curso Qué Hacer por su Hijo con Lesión Cerebral.  Después del curso, el staff de Los Institutos diseñó un programa en casa para que los padres de Ana lo llevaran a cabo en su hogar. Ana mejoró tremendamente con el programa.  Con sólo 14 meses de trabajo, Ana pudo reunirse con los niños de su edad para asistir a la escuela de tiempo completo.

Hoy, Ana está por encima del nivel de su edad en lectura y escritura. Habla español e inglés con fluidez.  Ya no tiene rigidez en su lado derecho. La madre de Ana dice: «Nos sentimos muy orgullosos de hablarles sobre Ana. Ella tiene notas excelentes en la escuela, y sobresale en matemáticas y lenguaje».

Ana ahora disfruta de una vida feliz y piensa que le gustaría ayudar a crear un mundo mejor. Ella es la prueba de que aún los niños que sufren una lesión traumática severa en el cerebro tienen esperanza y merecen una oportunidad para luchar para estar mejor.

Ana, hoy

Ana, hoy