Lesión Cerebral

La lesión cerebral es la causa, para los Institutos, de una serie de síntomas que  la medicina tradicional ha definido como enfermedades: síndrome de Down, autismo, parálisis cerebral, retraso mental. Sin embargo, los términos utilizados son muchos: subnormal, espástico, flácido, rígido, epiléptico, atetoide, hiperactivo …

La intuición de Glenn Doman y sus colaboradores ha sido la de identificar el origen de todas estas llamadas «enfermedades»  en cualquier lesión de la estructura física del cerebro originada por diferentes causas: orígenes genéticos, traumatismos, hipoxia … En palabras del fundador, Glenn Doman:

«Cuando hablamos de niños con lesión cerebral, para los Institutos para el Logro del Potencial Humano, nos referimos a todos esos niños en los que sucedió algo que ha causado daño en el cerebro. Ese algo podría haber ocurrido en cualquier momento: en la concepción, o un minuto, una hora, un día, una semana, un mes o nueve meses después de la concepción. Puede ocurrir en el nacimiento, o un minuto, hora, un día, una semana, un mes, un año o diez años después del nacimiento. También puede ocurrir setenta años después de nacer, sólo que entonces los llamamos adultos con lesión cerebral.

Si tuvieras la oportunidad de entrar en una sala de operaciones y observar un cerebro dañado,  quizá serías capaz incluso  de ver la lesión, que pudiera consistir en daños evidentes limitados a un área pequeña, o un daño invisible al ojo  y distribuido sobre un área más amplia: en este caso, el problema sería visible sólo bajo el microscopio.

En otros casos, el trastorno puede ser a nivel de las funciones neurológicas, y no ser visible con la tecnología actual. En algunos casos, los exámenes neurológicos, como la resonancia magnética, electroencefalogramas, potenciales evocados y otras pruebas pueden arrojar resultados anormales. En otros casos, las pruebas no muestran nada. El cerebro puede verse seriamente dañado, o sólo ligeramente. Puede ser dañado de tal manera que se limite la capacidad de caminar,  hablar,  oír,  ver, o sentir al tacto. O una combinación de estos síntomas.

A veces, diferentes daños se producen en diferentes momentos. A veces un niño tiene una lesión en el cerebro cuya causa es obvia: un traumatismo grave o infección. Otras veces no se puede identificar una causa con certeza.

Cuando en este libro habla de un niño con lesión cerebral, nos referimos a un niño que, por una o más causas, tiene un cerebro dañado. Aunque a veces las causas pueden ser similares, cada caso es diferente:  tiene un efecto único sobre un individuo en el mundo,  un niño con un potencial personal.

Algunos niños tienen lesiones cerebrales provocadas por situaciones que requieren atención médica inmediata. Estas lesiones pueden deberse a infecciones, hemorragias, tumores, traumatismos, hidrocefalia progresiva, entre otras varias condiciones en las que se requiere la intervención médica para garantizar la supervivencia del niño o para limitar el daño cerebral. Esto por lo general ocurre en la sala de urgencias de un hospital.

Una vez que la fase aguda ha pasado, el niño puede terminar con daños cerebrales. El niño con lesión cerebral puede tener problemas más o menos graves para caminar, hablar, oír, la visión o la percepción táctil. Si se dejan sin tratar, estos problemas pueden llegar a ser crónicos o permanentes. Vemos a los niños cuando la emergencia ha pasado y la situación es  estable.

Es esencial que estos niños comiencen el camino hacia la recuperación tan pronto como sea posible. Sin embargo, incluso los que han tenido el daño cerebral desde hace varios años se benefician de nuestro programa.

También están los niños con lesión cerebral a los que se ha llamado «deficientes mentales». Estos son niños que tienen un cerebro anormal, o con malformaciones.  Esto puede ser debido a un trastorno genético como el síndrome de Down, o uno de los numerosos problemas que pueden intervenir en el desarrollo de un niño antes del nacimiento. En estos casos, las malformaciones también pueden afectar a otros órganos o partes del cuerpo.

Hubo un tiempo en que creímos que los niños con malformaciones cerebrales o problemas genéticos  no podían beneficiarse del tratamiento.  Muchos de estos niños fueron encerrados en las instituciones para el resto de sus días. Tenemos muchos niños con lesión cerebral en el programa, con anormalidades en el desarrollo cerebral de todos tipos y grados,  mostradas  en tomografías computarizadas y resonancias magnéticas.

Ahora sabemos que incluso si un cerebro difiere en estructura, aún así responderá a la estimulación y tratamiento. Incluso estos niños pueden entonces tener acceso a nuestro programa de desarrollo neurológico.

Por último, existen los niños que sufren lesión cerebral  a causa de una enfermedad neurodegenerativa: es decir, los niños que tienen una enfermedad que implica la destrucción progresiva del cerebro y el sistema nervioso.

En algunos casos, un factor metabólico u otros problemas similares pueden ser identificados y modificados usando la alimentación, o mediante la alteración del  medio fisiológico del cerebro. Esto nos permite sanar la lesión cerebral restante.

A veces una enfermedad específica puede resultar en la destrucción implacable del cerebro y del sistema nervioso: en estos casos, por desgracia, nuestro programa puede no tener efectos significativos. Afortunadamente, estos casos son poco frecuentes.

Glenn Doman, «Qué hacer por su niño con lesión cerebral»

¿Le gustaría obtener información sobre el curso «Qué hacer por su niño con lesión cerebral»? Escriba a: latinoamerica@iahp.org o rellene el siguiente formulario:

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