Recién nacidos: ¿Al derecho o al revés?

creepingTodos los recién nacidos y bebés pequeños pasan la mayor parte de su tiempo recostados sobre una superficie. Para la mayoría de ellos, es una carreola, asiento de bebé, cuna, andadera, columpio o corralito; todos estos son restrictivos, similares a una prisión.  Una de dos: o impiden el movimiento completamente, como la carreola y la silla, o lo limitan de manera importante, como el corralito.

Sin embargo, este es el menor de los problemas que sin darnos cuenta hemos creado para nuestros bebés.

Es aún más importante el hecho de que casi invariablemente los mantenemos al revés.

Los bebés recién nacidos que son colocados sobre sus espaldas, mirando al techo, están colocados «al revés».  Están en una posición de completa vulnerabilidad.

La casi universal restricción en la habilidad del recién nacido para moverse resulta de algunos errores originales. Si uno comienza cometiendo un error básico, uno puede continuar ese error con todo tipo de procedimientos los cuales serían verdaderos si no fuera por el error original.

La mayoría de los bebés, iniciando desde los recién nacidos y continuando hasta casi el año de edad, pasan todas sus horas de sueño y una buena parte de sus horas de vigilia «al revés», en una posición tanto inútil como desvalida. Los seres humanos son las únicas criaturas que cometen este error.

Uno puede verlo con mayor claridad en los cuneros del hospital. Observemos a los recién nacidos acostados sobre sus espaldas y analicemos los movimientos de sus brazos y piernas: completamente al azar, inútiles y sin propósito. Si un bebé tiene sus uñas lo suficientemente largas, podría arañarse la cara e incluso los ojos. De seguro que ni el bebé ni la madre naturaleza quieren que eso suceda.  ¿Entonces, por qué pasa?  La respuesta es simple. El bebé está colocado al revés, y está tan desvalido como lo estaría un Rolls-Royce nuevecito en la misma posición.

¿Cómo fue que cometimos el error original de poner a nuestros niños al revés? Preguntémosle a la enfermera por qué los bebés están sobre sus espaldas, boca arriba.

Nos dirán que los bebés están sobre sus espaldas para que la enfermera pueda saber, de un vistazo, si están respirando.

¿Por qué no estarían respirando?

Todo comienza con el error original.  ¿Cuál es el error original?

Al momento de nacer, el bebé emerge, habiendo vivido durante los últimos nueve meses en un ambiente cuya  temperatura era de cerca de 38 grados centígrados.

Lo traemos al mundo en una habitación que tiene una temperatura de unos 21 grados centígrados, simplemente porque es la temperatura que mejor nos acomoda. Este es el error original.

El bebé, por supuesto, se congelaría en esta temperatura, tan confortable para nosotros.

Para evitar que se ponga morado en una temperatura que está 17 grados más fría que la del ambiente en el que él creció y se desarrolló durante nueve meses, tenemos que envolverlo en cobertores y sábanas para que esté cálido.

Ahora hemos añadido la complicación de que él podría asfixiarse con todos los cobertores que le hemos puesto para evitar que se congele.

Ahora tenemos que ponerlo boca arriba para que podamos ver su cara y así asegurarnos de que no se ahogue.

Ahora él está desvalido. Boca arriba es la posición clásica de vulnerabilidad. En esta posición, el bebé está expuesto, vulnerable.

Todo a causa de un error original.

¿Cómo puede ser?

Bueno, depende en gran medida de lo que signifique la palabra «cuneros».

Si la palabra «cuneros» significa «una habitación para las enfermeras», entonces lo tenemos bien y debiéramos dejarlo como está.

Si, por otro lado, la palabra «cuneros» significa «una habitación para bebés recién nacidos», entonces deben hacer que este espacio esté diseñado para ellos.

Los «cuneros», realmente, deberían tener una temperatura ambiente de unos 32 grados centígrados, lo cual se sentiría natural para el bebé. También debería estar más húmedo para que la piel de los bebés no se reseque. Entonces, él podría liberarse de los cobertores y ropa restrictiva y podría estar practicando sus movimientos en la posición «al derecho», es decir, boca abajo. ¿Cómo podrían sobrevivir las enfermeras en este ambiente? Sería razonable que, como esta habitación es para los bebés, que las enfermeras usaran bikinis para soportar el calor. Eso haría a los cuneros más atractivos, por lo menos para los papás.

También haría que este ambiente fuera mucho más feliz y productivo para los bebés.

Los bebés humanos son las únicas criaturas que son colocadas «al revés».  ¿Alguna vez alguien ha visto a un bebé caballo, pony, perro o gato tumbado sobre la espalda, con las patas al aire?

¿Cómo podrían ser las cosas con respecto a la movilidad de los bebés si dejáramos de hacer las cosas culturales que son sofocantes, y comenzáramos a hacer cosas sabias con nuestros bebés desde el nacimiento?

¿Quieren ver que la tontería de arañarse sus propios ojos se termine? Bien, pongamos al bebé «al derecho», en lugar de colocarlo sobre su espalda, y veremos como todo cobra sentido.  Ahora, mientras está en la posición prona, con su vientre suave queda protegido por el piso, y su espalda protegida por el esqueleto, como era el plan de la naturaleza, veremos la razón para los movimientos de brazos y piernas. Ahora, boca abajo como se supone que fuera, con todos sus mecanismos cerebrales al derecho, vemos que los movimientos de brazos y piernas se convierten en grandes movimientos propulsores, cuyo objetivo es mover al cuerpo hacia adelante.  Esto es tan cierto y natural como si tomáramos una tortuga que está al revés, moviendo angustiosamente sus extremidades, y la colocáramos al derecho.

¿En realidad se supone que debería de estar boca abajo en vez de boca arriba?

Coloca al bebé boca bajo y observa cómo esos movimientos de brazos y piernas, azarosos e inútiles,  convertirse en movimientos de arrastre. Puede ser que nos encante ver al bebé boca arriba, pero él quiere comenzar a avanzar en el antiguo camino de la movilidad que lo llevará a caminar, y ese camino empieza aquí.

Es también, precisamente, el hecho de estar boca abajo en el piso lo que le da la necesidad, la función y la estructura requerida para sostener su cabeza y ver.

¿Existe alguna sociedad en la que se permita a los bebés tener la oportunidad de moverse libremente desde el nacimiento?

Glenn Doman describe tal sociedad: Recuerdo la primera vez que estuve visitando a los esquimales en el ártico a finales de la década de los 60. Me sentía algo aventurero e inquieto por estar a una temperatura de unos 47 grados centígrados bajo cero. Entonces, por primera vez en varios años, pensé en mi «tía» Gussie Mueller, quien fuera la amiga más cercana de mi madre durante su niñez. En 1920 o 1921 la tía Gussie había ido a Point Barrow, Alaska, y había pasado varios años ahí como enfermera en una unidad hospitalaria. Creo que era lo más cercano al Polo Norte que cualquier otra mujer no-esquimal hubiera llegado en ese tiempo. Recuerdo que cuando era pequeño, solía pensar que la tía Gussie tenía el cabello largo por todo su cuerpo, excepto sus ojos, nariz y boca.  Mi única memoria de ella provenía de fotografías tomadas en Point Barrow, en las que aparecía con un parka enorme y unos mukluks de piel gigantes, que parecían brotar de ella misma.

La tía Gussie visitó los Institutos a mitad de la década de los 70, y fue muy sabia en hacernos una cinta donde contaba sus experiencias como enfermera con los esquimales en Point Barrow en los años 20.

Esta es la historia que ella contó: «Entre esta particular tribu de esquimales, era muy común que las mujeres tuvieran a sus bebés en el camino. Los iglúes que se usaban en los caminos de cacería eran muy cálidos por dentro, y cuando una madre tenía un bebé, lo hacía en una posición de rodillas, y el bebé nacía sobre las cálidas alfombras de piel que cubrían el piso del iglú».

Las mujeres de las culturas primitivas alrededor del mundo tienen a sus bebés en posiciones ya sea de rodillas, en cuclillas o sentadas en una hamaca. Esta es una mucho mejor posición para tener un bebé, ya que la manera «civilizada» de estar acostada boca arriba con las piernas levantadas es más dolorosa y más difícil tanto para el bebé como para la madre. Esta posición dificulta la labor a los músculos requeridos para asistir el proceso de parto, y ni siquiera usa a la gravedad como ayuda.

«Cuando el equipo hospitalario de Estados Unidos llegó,  insistimos en parar estas ‘prácticas primitivas’ e insistimos también en que las mujeres esquimales tuvieran a sus bebés en el hospital que habíamos construido, y de la manera civilizada de costumbre. Las mujeres esquimales aceptaron esto a regañadientes,  pero insistieron, sin lugar a objeciones, que el bebé fuera colocado, al nacer, desnudo y boca abajo en la cadera de la madre – en cuyo momento el recién nacido encontraría el camino en el cuerpo de su madre para llegar, arrastrándose, hacia su seno, sonde se alimentaría por primera vez».

En nuestra sociedad, el bebé promedio no comienza a arrastrarse sino hasta los dos meses y medio. Ahora podemos concluir que, desde el punto de vista de la movilidad, los bebés esquimales son genéticamente superiores a otros bebés, o podemos concluir que nosotros, los no-esquimales, negamos a nuestros bebés la oportunidad de moverse desde lo suficientemente pronto.

Les impedimos moverse cuando los envolvemos en ropa y cobertores que hacen que sus movimientos sean difíciles o imposibles.

Extendemos este error al poner a los recién nacidos en cochecitos, cunas y corralitos, que son, de hecho, prisiones.

Lo más importante (de manera negativa): los ponemos completamente al revés, de manera que el movimiento es completamente imposible.

¿Que deberíamos de hacer?

Deberíamos crear un ambiente de movilidad ideal para ellos para cada etapa de su desarrollo motor.

18 pensamientos en “Recién nacidos: ¿Al derecho o al revés?

      • Si! El porteo, además, da información vestibular al cerebro de los pequeños, mejorando su balance. Además de todos los beneficios que seguramente ya conoces… sin embargo, habría que asegurarse de que el niño no esté todo el tiempo en brazos, sino que tenga por lo menos 4 horas al día (en total) de tiempo en el piso…

  1. Hola, vengo leyendo los 3 libros de Glenn Doman, me he quedado maravillada.
    Llevo 4 años de casada, aún no tengo bebés, pero ya me estoy preparando para tenerlos a más tardar y lo primero que he hecho después de aprender sobre el método es comprar mi material para preparar mis 1200 primeros bits de inteligencia. Estoy buscando en la internet siguiendo las clasificaciones que sugiere el libro ( si por casualidad ustedes tienen paginas web que me puedan sugerir para una búsqueda más rápida se los agradecería).

    Muchas muchas gracias por la información valiosa que gracias a Glen Doman hemos podido recibir.

    Saludos cordiales

    Catherine Guerra Trujillo

    • Mauricio, recomendamos que los bebés duerman en un carril que optimiza su movimiento y desarrollo, tal como se sugiere en los libros «Bebé en forma, bebé inteligente» y «Sí, su bebé es un genio»

  2. EXCELENTE ARTÍCULO !!!! Se debe utilizar la «velocidad» de las redes sociales para mostrar ilustraciones de los Ambientes ACEPTABLES para el desarrollo del cerebro (0-2meses Boca Abajo, 2-6meses Arrastre y de 6-12meses Gateo). Los Ambientes Limitantes (boca arriba, careola y todos esos aparatos que el comercio se ha inventado). Muchas Gracias !!!

  3. Y la muerte de cuna ? Se supone que por eso se deben de poner boca arriba, es un caos todo esta mal y al revés de lo que dicen y hacen.

  4. yo tengo un niÑo con lesion cerbral y me estoy leyendo el libro de DOMAN que hacer por tu hijo con lesion cerebral ,me ha super encantado y este curso me he quedado muy maravillada en todo lo que ELIS A explica estoy disfrutando tanto esto .no se desdpues de este libro cual me recomiendan para poder seguir ayudando a mi hijito de por si ya empece gateo y arrastre con patro cruzado y vamos bien. estoy muy entusiasmanda ahoia entiendo todo mas claro. si hay una manera especial para poder estimularlo mas en su desarrollo me encataria saber para seguir en este camino. las oportunidades ya las estoy crando y dando.gracias por tanto

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